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viernes, 23 de septiembre de 2011

EL PICUDO NOS ATACA ¿CÓMO LO COMBATIMOS?


Entre estas dos fotos(tomadas en la primera quincena de septiembre) no hay ni una semana de tiempo.


En los últimos meses estamos viviendo en Conil el ataque del Picudo rojo sobre nuestras palmeras. La más cercana a la Torre de Guzmán está bastante afectada y en el Paseo del Atlántico existen varios ejemplares infectados.  De hecho la que daba cobijo y sombra a los niños que jugaban en los columpios de un conocido bar-restaurante, pequeñita como ellos, muestra hoy su corona sin palmas.
Pero el episodio más grave que hemos visto en la primera quincena del mes de septiembre ha sido el de las palmeras de la zona de “El Pasaje”. Dos ejemplares de Phoenix Canariensis, que bien superaban el medio siglo de edad, han sido talados. Uno de ellos, tal como podéis ver en las fotos, estaba bastante afectado -podríamos decir que muerto-, pero el otro, a simple vista, no se veía en absoluto que lo estuviera, mostrando sus palmas en todo su esplendor. Vamos a dar por hecho que el Picudo había empezado a colonizarlo debido a la proximidad con el ejemplar infectado, aunque no siempre es así. La realidad es que hace unos días talaron las dos palmeras. Sinceramente, nunca hemos visto en otros municipios (en los que con saña se está desarrollando esta plaga), talar un ejemplar que no mostrara síntomas de estar enfermo, y más estando, hoy por hoy, este género de palma protegido.
Desde La Laja podemos entender el costo extra que suponen los tratamientos a aplicar y al que muchos particulares no podrán hacer frente. Desgraciadamente no hay ayudas ni subvenciones por parte de la administración, así que con todo el dolor de nuestra alma comprenderemos que tendrán que dejarlas morir.
Pero ¿hasta qué punto la intervención que se ha realizado, en este caso concreto, es correcta? Si nos detenemos a pensar y a analizar las cosas, la solución no está en “quitarse el mochuelo de encima antes de que se me pose y largárselo a otro”. Sin embargo, parece ser precisamente lo que se está haciendo. Siguiendo esta regla de tres pocas palmeras veríamos ahora en campos, pueblos y ciudades.  Si tengo cinco palmeras en el jardín de casa y una está ya casi muerta pero las otras conservan su lozanía, más supongo o detecto la presencia en ellas del escarabajo, ¿corto todas?  Pues no. No es la solución, ni lo correcto. Aunque infiramos que por motivos económicos no se pueda aplicar los tratamientos, pedimos responsabilidad a la hora de actuar porque de lo contrario contribuiremos a propagar el mal.
Dicho esto, queremos dar por hecho de que la tala de las palmeras del Pasaje se ha realizado siguiendo el protocolo de actuación que marca La Junta de Andalucía. No lo sabemos, pero queremos pensar que sí, más cuando nos consta que uno de los propietarios ostenta un alto cargo público cuya nobleza le obliga a tener un mínimo conocimiento del tema, al que por otro lado se le está dando bastante difusión en los medios desde hace algunos años. Pero aún en el supuesto de que no se hubieran dado estas circunstancias, debe haber sido informado correctamente por el Ayuntamiento en el momento de solicitar el permiso para la tala de las mismas, ya que es norma obligada presentar solicitud de poda o tala de árboles de gran porte, motivada por sus dimensiones y las arduas labores a realizar que pueden afectar al viario público y a la seguridad ciudadana. Máximo aún, cuando la misma Junta dicta un protocolo de actuación específico para la infestación de las palmeras provocada por este pequeño  monstruo asiático.
Pero insistimos, asumimos que se cumplió el formulismo a la hora de proceder a las talas de las palmeras. Así, dando por seguro que se han seguido todas las pautas de actuación, que por real decreto son de obligado cumplimiento… nos surge otra duda. ¿La Junta permite que se talen ejemplares que presentan un aspecto sano? Pues No. No lo permite aunque se haya detectado la presencia del picudo. El  protocolo ordena primero ponerla a salvo, y solo cuando ya el mal sea irreversible, entonces cortar. Pero antes, jamás. Como ya hemos dicho, si todo el mundo actuara así ya no tendríamos palmeras en este país y además contribuiríamos a propagar la plaga, ya que hay que tener en cuenta un factor clave: el picudo se alimenta de todo tipo de palmeras, pero tiene preferencias y se “derrite” por la del género Canariensis, es decir, que mientras tenga de éstas, difícilmente meterá el diente en las datileras, washingtonias, etc… Porque está claro que si yo me quedo sin A, empezaré a alimentarme de B. Tampoco estamos proponiendo dejarlas de carnaza al picudo para que  no ataque a las otras, nos referimos tan sólo a que esto facilitaría la propagación del insecto. Apostamos por la prevención, tratamiento curativo y eliminación exitosa de este letal parásito.
Pero lo hecho, hecho está, y pasamos a considerar el caso de las palmeras del pasaje como la novatada, como una mala anécdota y un ejemplo a no seguir por los demás. Si ven al picudo asomarse y asentarse en sus jardines como un huésped sin honor, al que por supuesto no recibirá con los collares hawaianos, pidan asesoramiento al Ayuntamiento y opten por  seguir las pautas de actuación para no cooperar en la propagación de esa plaga.
El Ayuntamiento está obligado a realizar un inventario de todas las palmeras, sean públicas o privadas, a localizarlas geográficamente y a informar y formar a los propietarios de cómo hacer frente a este maldito escarabajo criado en los mismísimos infiernos. Y deben saber que hay tratamientos preventivos, tratamientos curativos e “in extremis” (muerte de la palmera), la tala o poda que debe realizarse como dicta la Consejería de Agricultura y pesca,  porque de lo contrario estamos siendo cómplices de un asesinato en serie de nuestras insulares palmeras canarias.
Concluyendo, no podemos consentir que se actúe bajo la consigna “yo ya barrí mi acera (dejando la mierda en la del vecino), ahora que barra él la suya”.
Por este motivo hemos elaborado un brevísimo resumen sobre la forma de actuar de este maligno insecto: su origen, ciclo biológico e infestación de la palmera, dispersión, y protocolo de actuación. Quien quiera disponer de una información más amplia y exhaustiva puede hacerlo a través de los enlaces destacados o dirigirse al Ayuntamiento de su localidad donde, sin dudarlo, le informarán de cómo proceder según la fase en la que se encuentre su desafortunada palmera.
Os dejamos aquí el breve informe que hemos elaborado, a modo de guía rápida, para hacer frente al Picudo. (Para descargar el documento pinchad aquí)

EL PICUDO: INFORMACIÓN BÁSICA Y PROTOCOLO DE ACTUACIÓN

Palmera afectada junto a la Torre de Guzmán

Las palmeras, sean públicas o privadas, son patrimonio de nuestro entorno más cercano e inmediato. Por este motivo la administración, en este caso el Ayuntamiento, debe informar y concienciar a los ciudadanos propietarios de palmeras y formarlos para hacer frente a la amenaza del picudo, y cómo actuar con los restos de las palmeras si han sido afectadas, para no ayudar a propagar la plaga.

ORIGEN:

El Picudo es un insecto originario del Sudeste asiático que se ha extendido a los países árabes y al norte de África, y de aquí ha cruzado a la otra orilla del Mediterráneo afectando a nuestro país debido al comercio de palmas durante los años de la llamada burbuja inmobiliaria: el exceso de construcción originó un masivo ajardinamiento de las zonas construidas. La escasez de palmeras en nuestros viveros provocó que se importaran sin control desde estos países afectados. Es en Andalucía, en el año 1995, donde se dan los primeros casos, extendiéndose rápidamente por el resto del país y la península Ibérica.
En sus países de origen se alimentan del género Coco nucifera L. pero en nuestro país es el Phoenix canariensis el más afectado. Ante la ausencia de ésta, la amenaza se extiende a la palmera datilera y a la Wanshingtonia. Ningún género está a salvo de este letal escarabajo.

CICLO BIOLÓGICO DEL PICUDO E INFESTACIÓN DE LA PALMERA


El Curculiónido ferruginoso, conocido popularmente como Picudo Rojo, es un insecto de 2 o 3 cm que necesita de tres o cuatro meses para desarrollar todas las fases de su ciclo biológico (huevo, larva, pupa y adulto), por lo que puede llegar a tener un mínimo de tres generaciones al año.
Son los adultos cuando no hay vegetal interno para alimentarse los que abandonan la palmera cuando ésta no puede acoger una nueva generación. La hembra, que abandona la palmera fecundada, deposita los huevos (hasta 400) en otras, preferentemente en palmeras con heridas de poda o debilitadas al haber sido trasplantadas recientemente. Se repite así el ciclo destructivo. El efecto destructor lo tiene la larva que penetra por el capitel llegando al tronco o estípite, y va perforando galerías que pueden llegar a medir un metro de longitud. Estas galerías, se van ramificando y pronto la parte central del capitel amarillea y se marchita. En pocas semanas la corona entera estará afectada y si daña la yema apical (palmito), la palmera morirá. El adulto empezará la colonización de una nueva.
El mayor período de actividad es de marzo a octubre por las altas temperaturas, aunque el ataque dura todo el año a causa del invierno templado que tenemos en Andalucía y por desarrollarse en el interior de la palmera.
Una sola palmera afectada puede ser el inicio de una gran plaga pues puede albergar hasta mil individuos y solaparse en ella varias generaciones. El que se desarrolle en el interior de la palmera los protege de posibles enemigos naturales y de los tratamientos fitosanitarios, así como de las condiciones climáticas, ya que aunque su origen es tropical se adaptan perfectamente a las zonas desérticas con temperaturas extremas y a las zonas templadas como es el Mediterráneo. Otra ventaja que juega a su favor es que los síntomas son visibles con un retraso que puede ir desde los tres meses hasta un año. Por esto, la detección precoz es primordial en el control de este mal que acecha a nuestras palmeras.
DISPERSIÓN:


El adulto se desplaza volando o caminando, esto último lo hace cuando se ha ubicado en una palmera. El Picudo se siente atraído por:
-         Los kairomonas (sustancias volátiles) que  se desprenden de la palmera cuando ésta sufre heridas por golpes o cuando se realiza una poda sin tratar.
-         Por los feromonas, sustancias que ellos mismos segregan para atraer a otros individuos.
El viento juega un papel importantísimo ya que vuela contra él siguiendo el rastro de los kairomonas y de los feromonas. La capacidad de  vuelo del picudo está entre tres y cinco km, por lo que  la dispersión más peligrosa es la que se hace a larga distancia debida al comercio y al movimiento sin control del material contaminado. Una vez más la acción del hombre ha sido decisiva en la propagación de la plaga por no haber tenido control de las plantas infectadas.
PROTOCOLO DE ACTUACIÓN:


Según Decreto 77/2010 de 23 de marzo, donde se califica de utilidad pública la lucha contra el curculiónido ferruginoso de las palmeras (picudo rojo), se establecen las medidas obligatorias para su prevención y lucha.
La Consejería de Agricultura y Pesca marca un protocolo de actuación, que resumimos a continuación:
-         Es de obligado cumplimiento conocer la distribución de las palmeras en el municipio, sean de titularidad pública o privada, así como la situación geográfica de las mismas para planificar todas las acciones para prevención y control del picudo.
-         La vigilancia debe realizarse con una periodicidad mensual.
-         Aplicar tratamientos fitosanitarios cada 60 días en función de la época del año (la época de mayor actividad  del picudo se da de marzo a octubre). Si se confirma la presencia en la zona del picudo, habrá que aplicarlos cada 45 días.
-         Los tratamientos se realizarán por personal cualificado y que estén en posesión del carné de aplicador fitosanitario correspondiente.
-         Cuando la palmera esté muy infectada hay que eliminar las palmas y el tejido afectado con el fin de eliminar las formas vivas del picudo en la palmera, pero con cuidado de no dañar el ápice o cogollo de la palmera. Una vez limpia se aplica un fungicida de amplio espectro para evitar infecciones por hongos y se darán los tratamientos curativos autorizados.
-         En el caso de que la infección sea muy grave y que todas las hojas como la yema terminal estén afectadas, se eliminará de forma segura:
a)     Protección y aislamiento de la zona: Se extenderá un plástico o malla en el suelo y por los alrededores de la palmera para facilitar la recogida de los restos que puedan caer durante el proceso de arranque.
b)    Se eliminarán las hojas, y tanto éstas como otros  restos vegetales se pulverizarán con el tratamiento fitosanitario autorizado. Se rastrillará la zona y será fumigada. El material infectado se empaquetará en plásticos o mallas y será transportado al vertedero autorizado o a industrias que los destruyan mediante trituración. De no existir vertedero o industria, serán enterrados a una profundidad mínima de 2 metros. Posteriormente el enterramiento será apisonado. Es fundamental que el Ayuntamiento tenga a disposición de los ciudadanos un lugar de destrucción segura o  un espacio para enterrar los restos.
c)     A la corona y estípite, se les dará un tratamiento fitosanitario después de la eliminación de las hojas. Se envolverá con un plástico la cabeza y se separará del tronco con una motosierra.
d)    El estípite o tronco se podrá mantener si no está infectado sellando el corte con mástic (goma para sellar) o pintura asfáltica con insecticida, o bien se podrá cortar por la zona más cercana al suelo pero haciendo lo mismo en el tocón que queda: mástic o pintura asfáltica con insecticida.


En cuanto a las podas conviene saber:
            1.- Sólo podar hojas secas
            2.- No cepillar los troncos.
            3.- Si hay que podar hojas verdes (por medidas de seguridad ciudadana), la cicatriz se tratará con aceite vegetal y después se aplicará un mástic de poda.
            4.- Los cortes serán limpios sin provocar desgarros.
            5.- En las especies más sensibles (la Canariensis), hacer la poda entre los meses de noviembre y febrero y de forma preventiva aplicarle un tratamiento fitosanitario.
            6.- Los restos serán tratados y se transportarán tapados con plásticos o malla hasta un vertedero autorizado o lugar de enterramiento.

“Si no existe una formación y una concienciación por parte de toda la ciudadanía, todos los esfuerzos serán en vano”.




                                                SI NOS LO PROPONEMOS, ¡PODEMOS!

REFERENCIAS Y ENLACES:

http://www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca/portal/export/sites/default/comun/galerias/galeriaDescargas/cap/agricultura-ganaderia/agricultura/Sanidad-Vegetal/Picudo-rojo-palmeras/Guia_rapida_Control_del_Picudo_rojo.pdf

http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=OJ:L:2010:226:0042:0045:ES:PDF

http://www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca/portal/export/sites/default/comun/galerias/galeriaDescargas/cap/agricultura-ganaderia/agricultura/Sanidad-Vegetal/Picudo-rojo-palmeras/decreto_picudo.pdf

http://www.diariodecadiz.es/article/elpuerto/1030508/picudo/rojo/gana/la/partida.html

http://www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca/portal/export/sites/default/comun/galerias/galeriaDescargas/cap/agricultura-ganaderia/agricultura/Sanidad-Vegetal/Picudo-rojo-palmeras/resolucixn_picudo_-_2010-05-26.pdf

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